El partido de gobierno está dividido, partiéndose, resquebrajándose. Las acusaciones contra Jorge Glas provocan reacciones de todo tipo: lógicas, ilógicas, pensadas, viscerales, indignación, resignación, en fin, una serie de sentimientos encontrados, que no deberían tener lugar en la política, o al menos, en quienes dirigen el estado, desde las diferentes funciones del poder y organismos de control. Un tibio intento de juicio político a Glas en julio de este año por parte de la oposición no pasó del CAL (Consejo de Administración Legislativa, de mayoría oficialista), como era de esperarse, pero tenían que intentarlo. La comisión indicó que no habían suficientes pruebas, lo cual es discutible, pero no pasó de eso.
Parecía que Alianza País había salvado los muebles y todo volvía la extraña normalidad del correísmo, pero de repente, en la mañana del 2 de octubre, la fiscalía emite una orden de prisión preventiva contra Jorge Glas y su tío por la trama de corrupción de Odebrecht. Inconcebible según unos, justa y necesaria según otros, pero en Alianza País unos cuantos prefirieron guardar silencio, lo cual era lo apropiado, pues se trata de un proceso legal en la investigación de un delito, no opinar sobre un proceso abierto, del cual se desconocen todos los argumentos y pruebas, es lo sabio. Por supuesto, el loco del ático no tardó en manifestarse con un tweet, en el cual dice que respeta a la justicia, pero no entiende lo que hace la fiscalía tratando de argumentar pobremente en 140 caracteres el conocimiento de leyes que sus asesores (si aún le queda alguno) deben haberle compartido para parecer que sabe de lo que habla.
Ante esta situación, el atormentado Sr. Vidrio se da cuenta de que puede perder la vicepresidencia por ausentarse de sus funciones (las cuales igual ya no tenía), así que recurre a pedir 60 días de vacaciones (¿?) mientras se defiende. Lo normal sería que pida una licencia de 15 o hasta 30 días para evitar el abandono, pero 60 días de vacaciones, porque está preso, no tiene sentido. El detalle radica en que si bien Glas pidió sus vacaciones... estas no fueron aceptadas por su jefe, Lenín Moreno. Maravilloso.
Entonces se arma el bochinche. Lenín dice que no pueden ser vacaciones cuando el vicepresidente se encuentra imposibilitado de ejercer sus funciones por estar preso quién sabe por cuánto tiempo (es verdad), así que decide nombre a un reemplazo, en este caso, Alejandra Vicuña, militante de AP desde sus inicios, quien escaló rápidamente, siendo asambleísta electa del 2009 al 2017, hasta llegar a segunda mandataria sin necesidad de ganar elecciones. Es una carrera interesante. Y la mayoría oficialista de AP se divide; están quienes dicen que Jorge Glas está de vacaciones (que esté bronceándose en la cárcel no importa), y quienes dicen que Lenín estaba en su justo derecho de nombrar un reemplazo. Y unos cuantos tratan de ser conciliadores, mientras otros no saben si adoptar un bando, o mantenerse neutros.
Y pasaron los días, dos o tres semanas sin mayor novedad, poco a poco aparecen elementos de convicción, pero se siguen buscando las pruebas. Lenín lanza su consulta, y el Tribunal Constitucional aprueba las preguntas sin objeción alguna. Pero algunos asambleístas de AP y uno que otro político remanente del correísmo dicen que las preguntas 2 y 3 son inconstitucionales, y votarán por el NO. Y anuncian marchas, las cuales dijeron en su momento que eran para idiotas y ociosos:
Mientras esto ocurre, Lenín Moreno anuncia que más de 600 obras del gobierno anterior tienen problemas, ya sea en su contratación o ejecución, Andrés Michelena (actual Gerente General de Medios Públicos) anuncia que en la administración anterior la principal función de dichos medios fue la propaganda, llevándolos al borde de la insolvencia y la quiebra, una parte del bloque oficialista, encabezados por la actual vicepresidenta y algunos ministros, se reúnen para dar su total apoyo a Lenín Moreno, y una asambleísta firmó su apoyo a la solicitud de juicio político contra Jorge Glas. Uno diría que es la política de todos los días, que no debería de sorprendernos nada... ¡pero es AP contra AP! ¡La serpiente se está comiendo su propia cola! El partido de gobierno dejó de ser una organización hemónica (u ovejuna, si se prefiere) donde todos piensan lo mismo, y no sólo dicen lo mismo, sino que hasta han aprendido a expresarse igual, como si se tratase de una gran conciencia colectiva... ¡la gente está empezando a pensar por sí misma! Habrase visto...
En medio de todo esto, Correa acusa a Moreno de estar echando una cortina de humo para cubrir su ineficiencia, ya que no ha cubierto las promesas de campaña. Desde mi punto de vista, Moreno no debería hacer nada hasta tener bien claro qué país le dieron, ya que la analogía de la "mesa servida", al final, no aplicó. El mismo Correa incluso insinuó que Lenín era un hombre enfermo, estaba preocupado por quién podría subir en su lugar. Si me dejo llevar por la paranoia, para que Correa afirme eso, el objetivo era bajar a Lenín Moreno, poner a Glas en su lugar, y al momento de escoger un vicepresidente de una terna, el mismísimo Correa podía aparecer en la misma. Pero dejemos las suspicacias para después.
Y mientras se definen bandos, se agita el avispero, se escupe hacia arriba, y la mierda no termina de distribuirse adecuadamente desde el ventilador al que se la lanzó... la CGE destituye a Jorge Glas por responsabilidad administrativa culposa en la adjudicación de un campo petrolero. Dicho de forma fácil, el proceso de adjudicación mencionado tuvo irregularidades, y le provocaron un perjuicio al estado de aproximadamente USD 5.2 millones. El ahora ex-vicepresidente que vacaciona en la carcel tuvo 30 días para presentar sus pruebas de descargo, y no lo hizo, y el contralor subrogante Pablo Celi (a quien la asamblea está fiscalizando por solicitar una auditoría de la deuda contraída durante la década ganada), según las atribuciones que tiene como Contralor, ejecutó su destitución. La cereza del pastel.
Y todo esto, sin que la oposición mueva un solo dedo. He escuchado a una que otra persona decir que Lenín tiene un pacto con la derecha, lo cual ha facilitado todo esto (no le encuentro el sentido aún)... pero son demasiadas especulaciones para un solo artículo. Dejemos material para otro día.
Mientras esto ocurre, Lenín Moreno anuncia que más de 600 obras del gobierno anterior tienen problemas, ya sea en su contratación o ejecución, Andrés Michelena (actual Gerente General de Medios Públicos) anuncia que en la administración anterior la principal función de dichos medios fue la propaganda, llevándolos al borde de la insolvencia y la quiebra, una parte del bloque oficialista, encabezados por la actual vicepresidenta y algunos ministros, se reúnen para dar su total apoyo a Lenín Moreno, y una asambleísta firmó su apoyo a la solicitud de juicio político contra Jorge Glas. Uno diría que es la política de todos los días, que no debería de sorprendernos nada... ¡pero es AP contra AP! ¡La serpiente se está comiendo su propia cola! El partido de gobierno dejó de ser una organización hemónica (u ovejuna, si se prefiere) donde todos piensan lo mismo, y no sólo dicen lo mismo, sino que hasta han aprendido a expresarse igual, como si se tratase de una gran conciencia colectiva... ¡la gente está empezando a pensar por sí misma! Habrase visto...
En medio de todo esto, Correa acusa a Moreno de estar echando una cortina de humo para cubrir su ineficiencia, ya que no ha cubierto las promesas de campaña. Desde mi punto de vista, Moreno no debería hacer nada hasta tener bien claro qué país le dieron, ya que la analogía de la "mesa servida", al final, no aplicó. El mismo Correa incluso insinuó que Lenín era un hombre enfermo, estaba preocupado por quién podría subir en su lugar. Si me dejo llevar por la paranoia, para que Correa afirme eso, el objetivo era bajar a Lenín Moreno, poner a Glas en su lugar, y al momento de escoger un vicepresidente de una terna, el mismísimo Correa podía aparecer en la misma. Pero dejemos las suspicacias para después.
Y mientras se definen bandos, se agita el avispero, se escupe hacia arriba, y la mierda no termina de distribuirse adecuadamente desde el ventilador al que se la lanzó... la CGE destituye a Jorge Glas por responsabilidad administrativa culposa en la adjudicación de un campo petrolero. Dicho de forma fácil, el proceso de adjudicación mencionado tuvo irregularidades, y le provocaron un perjuicio al estado de aproximadamente USD 5.2 millones. El ahora ex-vicepresidente que vacaciona en la carcel tuvo 30 días para presentar sus pruebas de descargo, y no lo hizo, y el contralor subrogante Pablo Celi (a quien la asamblea está fiscalizando por solicitar una auditoría de la deuda contraída durante la década ganada), según las atribuciones que tiene como Contralor, ejecutó su destitución. La cereza del pastel.
Y todo esto, sin que la oposición mueva un solo dedo. He escuchado a una que otra persona decir que Lenín tiene un pacto con la derecha, lo cual ha facilitado todo esto (no le encuentro el sentido aún)... pero son demasiadas especulaciones para un solo artículo. Dejemos material para otro día.