jueves, 28 de abril de 2016

Ay, Pame


Viernes 22 de abril. En medio del ruido mediático generado por el terremoto del 16 de abril, la Corte Constitucional (CC) publica en su sitio web el dictamen en el cual se da pie al referéndum con el que el colectivo Rafael Contigo Siempre (RCS), orquestado por Pamela Aguirre y Stephania Baldeón (aclaro que no es pariente, nos amamantaron diferentes tribus) quieren borrar la resolución transitoria de la más reciente enmienda constitucional, la cual permite que cualquier cargo de elección popular pueda optar a reelecciones indefinidas, pero con vigencia a partir  del 24 de mayo del 2017, de manera que el actual gobernante (Rafael Correa) no pueda optar a dicho "beneficio". En teoría era para que evitar que Correa se perennice en el poder, y el mismo Correa sugirió esa transitoria, para que no se crea que él quiere seguir en el poder (tan lindo él), pero en lo personal, no me trago ese desapego por el poder de nuestro actual gobernante, incluso hace unos meses dediqué unas líneas a analizar esto, pero parece que los planes han cambiado.

Las ciudadanas citadas, quienes dicen haber lanzado esta iniciativa de manera independientemente y no tiene nada que ver con Alianza País (Pamela dice no pertenecer a AP, pero Stephania admite que ella sí) pero sí fueron funcionaras públicas de este gobierno, decidieron que Rafael Correa es el mejor presidente que ha tenido el Ecuador (creo que es muy pronto para dar ese veredicto), y que las largas horas de deliberaciones en la Asamblea Nacional (elegida por el pueblo) no sirvieron de nada, al menos en este tema particular. El mismo Rafael Correa admitió que le gusta la idea de irse a descansar a la casa de la belga (la casita que se compró en Bélgica, de donde es oriunda su esposa, con lo que le sacó al Banco Pichincha en una demanda) al terminar su mandato, pero a ellas no les importa. Hasta a mi me da pena ver cómo se está quedan calvo del estrés, quiero que descanse, se lo merece. Pero ellas insisten en que él debe seguir. El quiere descansar, la Asamblea Nacional impide que se lance a la reelección, pero ellas insisten en que no debe hacerlo, así que se hará lo que ellas dicen, van a gastar recursos (propios, hasta ahora) en recoger firmas del 8% del padrón electoral (900.000), del cual por cierto hace unos pocos meses se puso en tela de duda su legitimidad, ya que al parecer en él constan, y han votado, cerca de 3 millones de personas que nacieron hace más de 100 años, e incluso uno que otro difunto. ¿No lo sabía? Fue noticia.

Aparte del extraño entusiasmo de las gestantes de esta iniciativa, hay otros detalles que no cuadran:

Si el colectivo RCS logra recoger la cantidad de firmas necesarias, entonces se procederá con una consulta popular, la cual costaría podría costar cerca de $20 millones, los cuales por supuesto los pagaría el estado... dinero que el estado no tiene. Y en caso de llevarse adelante, y ganar, sería para desbloquear un camino que Correa ya dijo que no iba a tomar. ¿Y entonces?

Los tiempos no alcanzan: el artículo 117 de la constitución (de la cual se dijo que duraría 300 años, y ya tiene dos reformas) señala que se prohíbe realizar reformas legales en materia electoral durante el año anterior a la celebración de elecciones (textual), las cuales serán el 19 de febrero de 2017. Así es, ya estamos dentro de ese año. Y en ese lapso, no se logrará cumplir con los requisitos para hacer el referéndum: 180 días para la recolección de firmas, 40 para validarlas, 15 para la convocatoria, 45 para la consulta, y 45 para dar los resultados. Por si se perdió, eso suma 325 días, y las firmas las empezarán a recoger recién el lunes que viene.

También tenemos un problema legal. El artículo mencionado claramente dice que no se puede tramitar ninguna reforma legal en materia electoral un año antes de las elecciones. O sea, es ilegal, así de sencillo. Pero Pamela Aguirre ya salió diciendo que no hay problema porque la Constitución no es ley, así que no hay problema. Me causó tanta risa como cuando leí que alguien afirmó que "el sol no es una estrella, el sol es un sol", porque tiene el mismo sentido. Según Wikipedia, una constitución es la ley fundamental de un estado, con rango superior al resto de las leyes. Pero parece que para la CC, de igual manera, "la constitución no es una ley, la constitución es una constitución". He leído argumentos discrepantes e interesantes, como que la constitución es una ley política, no una ley jurídica; que las constituciones fundan, y las leyes regulan u organizan. Este argumento me gusta, pero hay un detalle a considerar: nuestra constitución es tan extensa y detallada, que decir que no regula u organiza, sería tapar el sol con un dedo.

Además sería interesante fijarse en el subjetivo "espíritu de la ley" (o en este caso, "espíritu de la constitución"), lo cual implica que en caso de un vacío legal, considerar el contexto de la ley, o del artículo en sí. Si en este artículo se consideró que no se debería permitir la modificación de leyes en el año anterior a las elecciones... ¿por qué razón les parecería admisible modificar la constitución en el mismo periodo? Es un sin sentido.

Finalmente... ¿qué pasa en la CC, cómo establece sus prioridades? La rapidez con que despacharon este pedido no precisamente lo acostumbrado, ya que anteriormente Pachakutik, presentó un pedido de consulta popular, ha pasado más de un año y no tienen respuesta. El ex-asambleísta Galo Lara (ahora sentenciado) en su momento presentó un pedido de consulta a la Corte, pero esta le respondió negativamente después de 1.300 días. Así mismo, mientras se debatían las últimas enmiendas constitucionales, el partido CREO puso un pedido de consulta popular ante dicho organismo, para preguntar al pueblo si querían reelección indefinida. Mismo tema, pero en este caso fue negado.

Mientras tanto, este tema hará suficiente ruido este último año, y gastaremos nuestras energías en el mismo (yo lo estoy haciendo al escribir este artículo), mientras en el país ocurren cosas que sí deberían requerir nuestra completa atención. Pero estaremos distraídos, gracias a esta mujer de perturbadora mirada. ¡Ay, de mi Ecuador... Ay, Pame!

lunes, 18 de abril de 2016

Las personalidades que el terremoto develó

Una muestra los daños en las vías de Manabí
Sábado 16 de abril, 18:58. Mi departamento, en un tercer piso alto, empieza a temblar. Para mí es normal sentir uno que otro temblor ocasional, puesto que mi condominio es antisísmico (o eso me han hecho creer) por lo cual vibra bastante, y vivo al pie de una avenida donde pasan tráileres con contenedores a cualquier hora, especialmente en las noches, pero algo raro ocurre: no escucho ningún camión pasar, y el temblor se hace cada vez más fuerte. La gente empieza a gritar, un par de botellas se caen (vacías, nada que lamentar), me asomo a la ventana y veo luces en el cielo, y sectores que se empiezan a quedar a oscuras. Me asomo por el lado de la escalera y veo a buena parte de mis vecinos saliendo del edificio, una vecina con ataque de pánico en la puerta de su casa rezando a todo pulmón, cables de luz agitados, El temblor dura demasiado, y considero irme a la terraza, si el edificio colapsa, prefiero caerle yo encima al edificio, que ver cómo me cae encima. Pero veo que la intensidad empieza a bajar, y los gritos de los vecinos se convierten en murmullos. Me doy un baño y salgo a ver a mi familia que vive en uno de los sectores a oscuras, ya que comunicarse por teléfono era casi imposible... pero el internet funcionaba de maravilla. Han pasado dos días, siguen habiendo réplicas, y la gente a reaccionado de diferentes maneras, especialmente por la redes sociales, que nunca dejaron de funcionar, y en muchos casos sirvieron como el único medio de comunicación, ya que la actual ley de comunicación solo permite transmitir información oficial en casos como este. Y en medio de todo este caos, surgieron varias personalidades de todos lados, entre las cuales destaco:

Los incrédulos: Me incluyo en el grupo. Es el segundo sismo más fuerte que recuerdo haber sentido, al menos desde mi latitud y longitud, y admito que me asusté. (Para los que no me conocen, yo aprovecho los temblores para hacer chistes, creo que es una habilidad que desarrollé para evitar que mi mamá entre en pánico, pues ella sí le teme a los temblores). Consideré que si el temblor duraba otro minuto, el edificio no hubiese aguantado. No podía creer lo que estaba pasando, y no tenía idea de lo que podría haber provocado en otros puntos del país, ya que aún no sabíamos del epicentro. Y conforme me iba enterando de los daños en diferentes ciudades, incluyendo la mía, yo entraba en un estado de negación que me duraba como 3 segundos, por cada foto que veía. Es más, la foto de este artículo me despertó dudas, parecía que el carro estaba montado. Pero no, todo es verdad.

Los asustados: Bastantitos, tal vez demasiados. No digo que esté mal sentir miedo, pero uno no puede dejar que el miedo lo gobierne. Esta gente recurre a sus instintos más básicos, y olvidan la inteligencia por un rato. Mucha gente salió corriendo de edificios, y se quedaba al pie de los mismos. Si salen del edificio por miedo a que este se derrumbe, ¿por qué se quedan al pie del mismo, no ven que en tal caso, les puede caer encima? Está bien sentir miedo, es parte del instinto de supervivencia, pero uno tiene que saber reaccionar, aún con miedo.

Los de buen humor: Ahí estoy yo. Fui a visitar a mi familia, vi que todo estaba en orden, pero no había energía eléctrica y fui a comprar unas cervezas. Porque las penas con alcohol son buenas. No pude evitar desearle un ¡feliz terremoto! a cada familiar que se acercaba. Se acabaron las cervezas y no regresaba la luz: entonces toca ir a buscar comida. Así de sencilla puede ser la vida.

Los fervientes religiosos / fanáticos: Pues... también hay demasiados. Mi vecina, la que tuvo el ataque de pánico, rezó tan fuerte, que si yo fuera creyente, diría que gracias a ella el edificio no se cayó. Su fervor y convicción solo fueron superados por Mel Gibson en su papel de William Wallace gritando "Freedooom!" al final de Braveheart. Están los que insisten en orar en su muro, como si esto sirviera de algo, y encima, le piden al resto que haga lo mismo. Hasta donde sé, orar por alguien sirve para dar una sensación de paz al que ora, pero a quien se le destina estas palabras, de nada le sirve. No me imagino a la gente que está en la calle, porque su casa se vino abajo, y que ha perdido su familia, que diga sinceramente: "qué bien, alguien está rezando por mi". ¿Realmente quiere ayudar? Haga alguna donación. Vi una pelea en facebook entre dos creyentes, uno que decía que gracias a su dios no pasó nada más en nuestra ciudad, y otro que decía que era la furia de su dios, castigando a los pecadores... y se supone que creían en el mismo dios. Creo producto del debate surgieron dos religiones nuevas, decidí dejar que se maten, y buscar información que me sirva.

Los generosos: Estos son los que hacen falta, los que sí ayudan. La gente que tiene recursos, aunque sean pocos, y dona agua, alimentos, ropa, lo que sea que les haga falta a la gente que la necesita, y menos mal, hay bastantes. Las redes sociales han servido para informar a la gente dónde deben hacer llegar sus donativos, antes las limitantes de los medios de comunicación convencionales.

Los voluntarios(os): La gente que tiene los medios y el entrenamiento para ir a ayudar personalmente, a arrimar el hombro en las tareas de rescate. Estoy gratamente sorprendido de la cantidad de gente con estas características que hay en mi círculo de amigos y conocidos. Se empezaron a organizar y se ponen a disposición de las autoridades para las tareas. Lamentablemente también hay gente que quiere ir de voluntario, pero el solo tener voluntad, sin un previo entrenamiento o preparación para este tipo de contigencias, no sirve. Si no se tiene lo que se necesita, uno termina más estorbando que ayudando. No solo hay que tener la voluntad, también hay que ser útil realmente.

Los que hablan mucho y no hacen nada: Me incluyo, por supuesto. La gente recogiendo y despachando donaciones, y yo aquí, escribiendo. Pero al menos no soy de lo que dice: "vamos organizándonos para recoger y enviar donaciones" y en realidad nunca tuvieron la intención de mover un dedo, solo lanzaron la idea esperando que alguien más la desarrolle. No son muchos, pero con que haya solo uno de estos, las cosas ya están mal.

Los informadores: Los que republican o retwittean toda información de utilidad que ven, y hago énfasis en la información de utilidad. No replican cualquier cosa, solo lo que realmente sirva. Y los amigos que pasan fotos por WhatsApp con las novedades resumidas. Me hicieron olvidar las limitaciones de nuestros noticieros.

Los desinformadores: Por ahí vi un par de medios de comunicación que replicaron un twitt que indicaba que posterior al terremoto supuestamente se activaron dos volcanes que no tienen relación alguna. Uno que no es vulcanólogo ni sismólgo sabe que la información no tenía sentido, pero esta gente lo difundió. Por ahí me llegó un clip de voz de WhatsApp que divulgaba información que supuestamente el gobierno no quería difundir para evitar el pánico, sin base alguna, pero a veces la gente asustada quiere seguir asustándose, y se agarran de esto para alimentar su miedo. Y me tocó presenciar al aún imberbe hijo de un vecino, vociferando: "tengan cuidado, dicen que va a haber otro en cualquier momento". Estuve a punto de clavarle un puñetazo a la barbilla por irresponsable, igual en la oscuridad y sin alumbrado eléctrico (y como soy medio negrito), no me hubieran reconocido.

Los hijos de puta: Cuando de Guayaquil empiezan a partir las donaciones a las zonas de desastre, unos hijos de las mil putas se roban dos de dichos camiones. No es mercadería para negocio, son materiales y suministros para gente que realmente la necesita, pero no, en Guayaquil no puedes estar seguro en ningún lugar.

Los inútiles: Su majestad Rafael Correa. Regresó de la gira que estaba haciendo por Europa, a dar una rueda de prensa, en la que no dijo nada nuevo, toda la información ya la había dado Jorge Glas, quien al parecer está haciendo un buen trabajo al frente de este desastre (hasta me está cayendo menos mal), y encima no permitió preguntas. Solo llegó a decir "presente". Siempre tiene un comentario o respuesta para todo, pero parece que cuando no tiene el control, no sabe qué decir. Está bien dar la cara y querer informar, pero para lo que hizo, debió grabar un mensaje a la nación, y que lo pasen como cadena en todos los canales. Pero llamar a una rueda de prensa sin información nueva ni permitir preguntas de la prensa, no tienen sentido.

Estos momentos de crisis pueden llegar a develar los rasgos más escondidos de nuestra personalidad. ¿Y usted, en cuál grupo está?