Viernes 22 de abril. En medio del ruido mediático generado por el terremoto del 16 de abril, la Corte Constitucional (CC) publica en su sitio web el dictamen en el cual se da pie al referéndum con el que el colectivo Rafael Contigo Siempre (RCS), orquestado por Pamela Aguirre y Stephania Baldeón (aclaro que no es pariente, nos amamantaron diferentes tribus) quieren borrar la resolución transitoria de la más reciente enmienda constitucional, la cual permite que cualquier cargo de elección popular pueda optar a reelecciones indefinidas, pero con vigencia a partir del 24 de mayo del 2017, de manera que el actual gobernante (Rafael Correa) no pueda optar a dicho "beneficio". En teoría era para que evitar que Correa se perennice en el poder, y el mismo Correa sugirió esa transitoria, para que no se crea que él quiere seguir en el poder (tan lindo él), pero en lo personal, no me trago ese desapego por el poder de nuestro actual gobernante, incluso hace unos meses dediqué unas líneas a analizar esto, pero parece que los planes han cambiado.
Las ciudadanas citadas, quienes dicen haber lanzado esta iniciativa de manera independientemente y no tiene nada que ver con Alianza País (Pamela dice no pertenecer a AP, pero Stephania admite que ella sí) pero sí fueron funcionaras públicas de este gobierno, decidieron que Rafael Correa es el mejor presidente que ha tenido el Ecuador (creo que es muy pronto para dar ese veredicto), y que las largas horas de deliberaciones en la Asamblea Nacional (elegida por el pueblo) no sirvieron de nada, al menos en este tema particular. El mismo Rafael Correa admitió que le gusta la idea de irse a descansar a la casa de la belga (la casita que se compró en Bélgica, de donde es oriunda su esposa, con lo que le sacó al Banco Pichincha en una demanda) al terminar su mandato, pero a ellas no les importa. Hasta a mi me da pena ver cómo se está quedan calvo del estrés, quiero que descanse, se lo merece. Pero ellas insisten en que él debe seguir. El quiere descansar, la Asamblea Nacional impide que se lance a la reelección, pero ellas insisten en que no debe hacerlo, así que se hará lo que ellas dicen, van a gastar recursos (propios, hasta ahora) en recoger firmas del 8% del padrón electoral (900.000), del cual por cierto hace unos pocos meses se puso en tela de duda su legitimidad, ya que al parecer en él constan, y han votado, cerca de 3 millones de personas que nacieron hace más de 100 años, e incluso uno que otro difunto. ¿No lo sabía? Fue noticia.
Aparte del extraño entusiasmo de las gestantes de esta iniciativa, hay otros detalles que no cuadran:
Si el colectivo RCS logra recoger la cantidad de firmas necesarias, entonces se procederá con una consulta popular, la cual costaría podría costar cerca de $20 millones, los cuales por supuesto los pagaría el estado... dinero que el estado no tiene. Y en caso de llevarse adelante, y ganar, sería para desbloquear un camino que Correa ya dijo que no iba a tomar. ¿Y entonces?
Los tiempos no alcanzan: el artículo 117 de la constitución (de la cual se dijo que duraría 300 años, y ya tiene dos reformas) señala que se prohíbe realizar reformas legales en materia electoral durante el año anterior a la celebración de elecciones (textual), las cuales serán el 19 de febrero de 2017. Así es, ya estamos dentro de ese año. Y en ese lapso, no se logrará cumplir con los requisitos para hacer el referéndum: 180 días para la recolección de firmas, 40 para validarlas, 15 para la convocatoria, 45 para la consulta, y 45 para dar los resultados. Por si se perdió, eso suma 325 días, y las firmas las empezarán a recoger recién el lunes que viene.
También tenemos un problema legal. El artículo mencionado claramente dice que no se puede tramitar ninguna reforma legal en materia electoral un año antes de las elecciones. O sea, es ilegal, así de sencillo. Pero Pamela Aguirre ya salió diciendo que no hay problema porque la Constitución no es ley, así que no hay problema. Me causó tanta risa como cuando leí que alguien afirmó que "el sol no es una estrella, el sol es un sol", porque tiene el mismo sentido. Según Wikipedia, una constitución es la ley fundamental de un estado, con rango superior al resto de las leyes. Pero parece que para la CC, de igual manera, "la constitución no es una ley, la constitución es una constitución". He leído argumentos discrepantes e interesantes, como que la constitución es una ley política, no una ley jurídica; que las constituciones fundan, y las leyes regulan u organizan. Este argumento me gusta, pero hay un detalle a considerar: nuestra constitución es tan extensa y detallada, que decir que no regula u organiza, sería tapar el sol con un dedo.
Además sería interesante fijarse en el subjetivo "espíritu de la ley" (o en este caso, "espíritu de la constitución"), lo cual implica que en caso de un vacío legal, considerar el contexto de la ley, o del artículo en sí. Si en este artículo se consideró que no se debería permitir la modificación de leyes en el año anterior a las elecciones... ¿por qué razón les parecería admisible modificar la constitución en el mismo periodo? Es un sin sentido.
Finalmente... ¿qué pasa en la CC, cómo establece sus prioridades? La rapidez con que despacharon este pedido no precisamente lo acostumbrado, ya que anteriormente Pachakutik, presentó un pedido de consulta popular, ha pasado más de un año y no tienen respuesta. El ex-asambleísta Galo Lara (ahora sentenciado) en su momento presentó un pedido de consulta a la Corte, pero esta le respondió negativamente después de 1.300 días. Así mismo, mientras se debatían las últimas enmiendas constitucionales, el partido CREO puso un pedido de consulta popular ante dicho organismo, para preguntar al pueblo si querían reelección indefinida. Mismo tema, pero en este caso fue negado.
Mientras tanto, este tema hará suficiente ruido este último año, y gastaremos nuestras energías en el mismo (yo lo estoy haciendo al escribir este artículo), mientras en el país ocurren cosas que sí deberían requerir nuestra completa atención. Pero estaremos distraídos, gracias a esta mujer de perturbadora mirada. ¡Ay, de mi Ecuador... Ay, Pame!