No sé si sea solo cosa de ecuatorianos, latinoamericanos, o es algo intrínseco de la humanidad, el exigir responsables o buscar responsables en terceros cuando algo malo le pasa a uno, a su familia, o al grupo al que se pertenece, si es que se pertenece o se identifica con uno. Y mientras más pronto, mejor, uno se apura a buscar al sospechoso más probable, al culpable perfecto, sin esperar primero a que las cosas se aclaren, sin esperar a que las investigaciones terminen. Y si es posible involucrar a la prensa, mejor. Y si se trata de un incidente en un medio de transporte público, entonces debe ser culpa de dicho servicio. En este punto, ustedes ya deben saber de qué hablo, hablo del reciente y confuso accidente que terminó en la muerte de una usuaria del servicio de transporte masivo de Guayaquil, nuestra (querida) Metrovía.
Del accidente solo sé lo que veo en las noticias: que en una maniobra para bordear el redondel de la pradera, una de las puertas al parecer cedió debido a la presión de la gente, y una jovencita cayó de la unidad, rebotó en las rejas del parterre que impiden que la gente cruce por media calle, y terminó debajo de la unidad de la cual cayó, siendo aplastada por las ruedas de dicho vehículo.
Hay indignación de la comunidad, quienes inmediatamente dicen que es culpa del alcalde, porque es un servicio municipal. La Fundación Metrovía salió al frente de manera presta con el siguiente comunicado:
Y mucha gente se indigna por la "frialdad" del comunicado, y un aparente "lavado de manos". No puedo evitar pensar... ¿y qué esperaban, un "mea culpa"? En este momento no se puede establecer responsables, hasta que las investigaciones concluyan, esto toma algo de tiempo. El caso es extraño y confuso, y la presión mediática no ayuda en nada. ¿Por qué extraño y confuso? Aún no entiendo por qué, si las puertas de la unidad en teoría fallaron por la presión del exceso de pasajeros, haciendo que se abran, sólo cayó una persona, debieron ser varias, o por lo menos, debieron quedar colgando, pero no he escuchado ni leído nada sobre eso. ¿Había demasiada gente en la unidad? El chofer no puede controlar eso, la gente se desespera por entrar y él solo puede asegurarse de que haya facilidad para abrir y cerrar las puertas. Los guardias solo están precautelar la seguridad de las paradas, si le dan la tarea de evitar el exceso de pasajeros, los usuarios del servicio lo matan, porque todo el mundo está apurado. En lo personal, si los buses van repletos, yo suelo dejar pasar 2 o 3 unidades hasta encontrar una en la que me parezca seguro subir, me doy el lujo de sacrificar unos minutos a cambio de subir en un vehículo en el que haya espacio para respirar.
La gente exige un mejor servicio, quieren más unidades (comprensible) pero muchos no están dispuestos a pagar más de 25 centavos. La Fundación Metrovía dice que no es responsable, pues la empresa que da el servicio, en este caso particular, es el Consorcio Metroquil... y es verdad. ¿A quién responsabilizar. si el chofer maneja más rápido de los 50 Km/H que tiene estipulado? ¿Y cómo reclamar al chofer por manejar rápido, si los usuarios exigen mayor velocidad, en parte porque están apurados por llegar, en parte porque están sofocados dentro del bus? Hay que tener en cuenta que el chofer no huyó, se quedó a ayudar y esperó a las autoridades, y ahora está preso hasta que terminen las investigaciones. Los buses de la Metrovía se han visto involucrados en una considerable cantidad de accidentes, y hasta ahora, si la memoria no me engaña, ninguno ha sido responsabilidad de los choferes, si no de las personas que no respetan la señalización o invaden los carriles exclusivos, y sus choferes siempre se encargan de llamar a las autoridades y servicios de auxilio, esperan a que lleguen, y van presos mientras duran las investigaciones, si fuera necesario, no huyen como todos los demás conductores de nuestra ciudad. Si me equivoco, las correcciones son bienvenidas.
Recordemos que aún no se sabe qué pasó exactamente, conocer los hechos exactos es esencial para poder buscar responsables. Pudo haber sido un accidente de tránsito, un robo en el bus que salió mal, un homicidio bien planificado, incluso un suicidio, aunque esta idea ofenda o incomode a más de uno. Todo es posible, ya que aún no sabemos nada, pero ya se busca culpables.
¿Y de quién sería la culpa? Dicen que del alcalde, porque está al frente del Municipio, y la Metrovía es una fundación municipal, y esta fundación contrató entre otros, al consorcio Metroquil, y el bus pertenece a dicho consorcio. Si gustan pueden seguir con que es culpa de la mayoría del pueblo guayaquileño por votar por Nebot, y también le pueden salpicar la culpa al CNE por avalar los resultados de las elecciones. Aplicando esta impecable lógica, todos los casos de corrupción y negociados del actual gobierno, son culpa de Correa, quien siempre ha negado conocimiento de los mismos. ¿Y por qué detenernos ahí? Ataquemos a la mamá de Correa por haberlo parido, ¿por qué no?
Y como suele decir mi mamá... no sigamos, que al final la culpa va a ser mía.
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