martes, 9 de julio de 2013

Manejando, ahí voy manejando

Hace cerca de 2 años empecé a movilizarme en bicicleta por cuestión de salud, pero con el uso me di cuenta de que en realidad es una alternativa válida para movilizarse. Ahorras dinero, tiempo, coraje, etc. Claro que que no es un medio de movilización perfecto, el clima puede atentar en contra de cualquier ciclista... pero hay que admitir que pedalear bajo la lluvia es divertido.

Hace unos meses tuve que sincerarme un poco conmigo mismo, al darme cuenta de que la bicicleta no es lo ideal para todo recorrido. Antes vivía en la Kennedy, y prácticamente estaba cerca de todo, pero ahora viviendo en la Pradera, muchas cosas están más lejos que antes, y a menos que salga con la intención de hacer ejercicio, llegar sudado a determinados lugares no siempre es bien visto. ¿Un auto sería necesario? No puede ser. He hecho lo posible por no tener que depender de un auto, hay ocasiones en los gastos de mantenimiento de un auto hacen parecer que en lugar de un poseer un auto, parece que el auto lo posee a uno, es como un hijo. Entonces me di cuenta de que un auto no era la única opción, opté por una motocicleta. La posibilidad de usar una motocicleta hasta hace cierto tiempo me parecía peligrosa, pero desde que los límites de velocidad bajaron (aunque no siempre se cumplen), hay que admitir que rodar es más seguro.


A pesar de esta adquisición, la bicicleta sigue siendo mi medio de transporte primario. Sigo yendo a trabajar todas las mañanas a punta de pedal (son 10 Km que no le hacen mal a nadie), y uso la moto cuando sé que tendré que salir durante el día y la bicicleta me quedará corta, o me siento mal (cuando uno está enfermo debe descansar, y por muy saludable que sea pedalear, hacerlo enfermo es contraproducente), y el alternar entre ambos vehículos me ha hecho darme cuenta de algo: en Guayaquil, los conductores de automotores respetan más a los ciclistas que a los motociclistas (con ciertas excepciones).

Cuando voy pedaleando me ceden el paso, se detienen para esperar que pase y en ocasiones hasta bloquean el tráfico hasta que uno termine de pasar. Claro, nunca falta el que no está conforme con que yo pedalee delante suyo a 20 Km/hora y lo expresa pitando como si su vida dependiera de ello, pero son una minoría. Pero en moto, la cosa es otra, a pesar de que el vehículo más pequeño y ligero tiene la prioridad en la vía, la agresividad hacia las motos es impresionante. Y no me sorprende al ver a la cantidad de motociclistas "expertos" que hacen maniobras sin ver el retrovisor, poner luces, o por lo menos bajar la velocidad. En mi ciudad hay algunos que parecen acróbatas, no conductores. Y en realidad, muchos motociclistas son una amenaza para el resto de los conductores. No justifico a los conductores de automotores, pero los entiendo. Pero esto no les da derecho a comportarse con los motociclistas como si se tratar de una guerra por el derecho al asfalto.

Como yo lo veo, el tráfico en Guayaquil es una desgracia por 3 razones: gente que cree que las leyes de tránsito no aplican para ellos, la falta de respeto a los demás, y el siempre andar apurado. Si la gente tuviera conciencia y se fijara también en las señales de tránsito, respetara el espacio y derecho de vía de los demás, y salieran a tiempo para llegar puntuales a sus destinos, hasta diera gusto manejar en Guayaquil. Pero no, el problema del tráfico de Guayaquil, es básicamente, por los guayaquileños.

Mientras tanto, yo seguiré usando la bicicleta lo más que pueda. Sigue siendo más barato y saludable que la moto.

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