domingo, 7 de febrero de 2016

La (in)accesibilidad para las sillas de ruedas en Guayaquil


Los que me conocen saben que pertenezco al colectivo Guayaquil en Bici (aunque no ando tan activo ultimamente), y aparte de promover el ciclismo urbano como una alternativa válida de movilidad en la ciudad, nos importa el concepto de movilidad en sí mismo, no buscamos preferencias para los ciclistas, sino la convivencia en armonía de todos los protagonistas del tránsito en la ciudad. Así mismo, algunos de los que me conocen saben que soy medio “fijón” y temático cuando algo me parece que no está bien, y de un tiempo para acá me llamó mucho la atención la diferencia en el diseño de las rampas para sillas de ruedas en mi ciudad. Como la mayoría no hemos necesitado usar dichas rampas, nos parece que está bonito que hayan tomado en cuenta a las personas con discapacidad para que se puedan movilizar con facilidad en la ciudad… pero si uno se fija, puede que haya rampas en casi todas las esquinas, pero esto no quiere decir que necesariamente haya facilidad para usarlas. Mi compañero de Guayaquil en Bici, Luis Vélez, me apoyó con el material gráfico de este artículo. Aunque él miraba con cierto escepticismo mi observación, lo convencí de apoyarme, y al igual que yo, empezó a notar los horrores en diseño de algunas esquinas.

Al empezar el recorrido, estábamos parados en la esquina de Pedro Carbo y Clemente Ballén, buscando la mejor manera de abordar el tema, y entonces, como anillo al dedo, aparece un señor con algunas canas a favor, movilizándose en su silla de ruedas. Decidimos seguirlo para ver el recorrido que hacía, pero sin que se de cuenta, porque capaz que si le decíamos lo que estábamos haciendo, iba a recalcar todo lo malo que había encontrado, y no sería objetivo. Así que entramos en modo furtivo, y lo seguimos un par de cuadras nada más, de donde estábamos, a Clemente Ballén y Chile. No fue necesario hacer más. El caballero realizó un recorrido largo, usando 4 rampas, evitando usar otras 2 en el camino. No fue el camino más corto, pero sí el más fácil para él:
Ruta tomada
La línea amarilla representa la ruta tomada, y los pequeños círculos rojos son las rampas para sillas de ruedas que nuestro involuntario conejillo de indias decidió no utilizar, por problemas de funcionalidad de las mismas. A continuación, el mapa de la ruta óptima que debería haber seguido:
¿Ruta óptima?
¿Por qué evitó estas rampas? Veamos la primera que se saltó, la de Pedro Carbo y Clemente Ballén:
Pedro Carbo y Clemente Ballén
La disfuncional rampa
Pedro Carbo y Clemente Ballén
Como que algo no está bien aquí
Si una bicicleta de montaña se topa con problemas aquí... ¿esperan que una silla de ruedas pase por ahí? Seamos justos, recuerdo que hace años, ahí había una rampa metálica, de la cual aún quedan restos en la base, que contrarrestaba en algo la falencia de la rampa de concreto. Esta rampa permite cruzar a el edificio de Correos del Ecuador, y da acceso a una parada de la Metrovía. Y si seguimos siendo justos, esa rampa desapareció hace años también, y ya debería haber sido repuesta. Pero esto no termina aquí, nuestro personaje evitó otra rampa más adelante, en la misma cuadra, en la intersección con Aguirre:

Pedro Carbo y Aguirre.
A simple vista, parece no haber problema, esas tapas metálicas no son gran inconveniente, pero... no tomaron en cuenta que prácticamente la diferencia de altura entre la base de la rampa, y la calle, es como un pequeño escalón. A menos que alguien asista a quien va en silla de ruedas, es difícil sortear esto. Nuestro conciudadano decidió bajar la rampa que da al lado de la calle Aguirre, y esperar como auto en la calle, sobre la zona de seguridad peatonal, a que la luz cambie para cruzar con los autos, y nos percatamos que al cruzar decidió bordear la zona en cuestión, pues está hecha de decorativos adoquines, sobre los cuales es molesto andar en bicicleta, no se diga en silla de ruedas. Buscó las partes más firmes del suelo, y subió a la acera del correo, donde siguió ahora sí por un trayecto libre y despejado para movilizarse.

¿Acaso este par de rampas son casos aislados de mal diseño en plena zona regenerada? Nos aventuramos a dar unas vueltas en la misma zona.

En la misma cuadra pudimos notar 2 rampas de acceso vehicular con buen diseño, fáciles y cómodas de usar:
Pedro Carbo y Clemente Ballén
Aguirre entre Pichincha y Pedro Carbo
Las probé varias veces, eran hasta algo divertidas. Entonces, ¿qué pasó con las rampas para sillas de ruedas? ¿No fue el mismo arquitecto? Le hice esta pregunta a Luis, y me supo aclarar que a buena parte de los arquitectos de hoy les enseñaron a enfocar sus diseños en función del automóvil, y es difícil erradicar esa mentalidad, esos conceptos con los que uno se graduó. Pero... ¿y la experiencia, dónde queda? ¿El sentido común es opcional?

Y hablando de sentido común, les presento esta perla, a unos pocos metros: Aguirre y Pichincha, al pie de la Gobernación:
Aguirre y Pichincha
Sublime, no importa de dónde lo mire
Esta rampa me provoca al mismo tiempo risa e indignación. Y la esquina del frente es otro caso de un desnivel entre base de rampa y carpeta asfáltica, que es casi como un pequeño escalón. Son reincidentes.

Nos fuimos al otro lado de la cuadra, en la calle 10 de Agosto. Encontramos otra rampa de acceso vehicular impecable en concepción y construcción. Entonces avanzamos hacia el este, rumbo al malecón... y nos topamos otra decepción, esta vez al pie del Palacio Municipal.
Una rampa que da a una acera sin rampa
El otro lado del cruce
La intersección completa. Alguien tiene un serio problema cuadrando esquinas
Seguimos recorriendo el centro y nos topamos con todo tipo de problemas. Pero no todo es malo. Buscamos algún caso que sirva de ejemplo de cómo deberían ser los cruces peatonales con rampa, y encontramos este acierto en una de las intersección de Rocafuerte y Padre Aguirre:

No solo es cruce, también es rompevelocidades
Componentes completos, rampas sin hendijas donde se puedan atorar las ruedas
Esto es en la denominada "zona rosa", y varias intersecciones de este sector son similares. Entonces me pregunto, ¿qué pasó con todos los demás casos expuestos? ¿Por qué la diferencia? ¿No hay algún tema de estadarización, normas INEN, ordenanzas municipales, o algo así que regule cómo deben diseñarse las rampas para sillas de ruedas? Parece que estuvieran experimentando. ¿O es falta de control?

Puede ver una galería más completa aquí de los problemas encontrados en nuestro breve recorrido por el centro de Guayaquil.

7 comentarios:

  1. Muy buen post, tocayo. Como bien dice Luis Vélez, el problema es que el diseño arquitectónico, salvo algunas excepciones, ésta más dirigido hacia el uso vehicular mas que al peatonal, y menos se diga a la movilidad reducida. Si hablamos de nuestro centro (estoy siempre tentado a decirle centro histórico, pero ese es motivo de una investigación que estoy realizando) es bastante pequeño y diría yo, funcional,no es complicado hacerlo accesible. Me atrevería a decir que no debe haber sido un solo arquitecto el que hizo los diseños, probablemente los que dejaron los espacios con dificultades para el uso de sillas de ruedas, solo cumplieron sin fijarse en detalles, mientras que los que crearon los espacios adecuados para sillas de ruedas,o tienen experiencia o familiares que las usan, por eso acertaron y saben como hacerlo. Ojalá que pronto las autoridades se den cuenta de esas fallas y tomen correctivos,pero me temo que demoraran tanto como la solución a las calles inundadas en invierno.

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  2. Excelente análisis, jamás me había percatado de esos pequeños grandes detalles, que muchas veces ignoramos ya que no somos nosotros quienes tenemos que lidear con esos desaciertos del día a día.

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  3. Excelente análisis.
    El sábado pasado, vi que una persona de la tercera edad (un señor con bastón) resbaló y cayó. No se si fue por la pendiente pronunciada o si el adoquin es resbaloso o el señor piso mal.
    Otra problemática relacionada a esto, es que las rampas las usan las motos para circular por las aceras...
    Qué se puede hacer?

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  4. Excelente artículo. Pongan la queja al organismo pertinente. Lleven la queja a la alcaldía, a ellos les compete solucionar. Probablemente se estanque la queja t no llegue al bigote. Pero ya "avisaron" que pasa eso. Ya está en su cancha el problema y deben solucionar. A partir de ahí se puede hacer reclamos de cualquier tipo, marchas o plantones, queja en medios, para lograr algo no? Porque si todo esto se queda en el ciberespacio escrito por ahí de que sirve? Actuemos.

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  5. Me parece un post bastante entretenido y realista.
    Gracias por compartir tan gráficamente una situación que pese a estar a simple vista pocos nos sensibilizamos ante esta necesidad para las personas con movilidad limitada.

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  6. Buena nota. Es interesante que empiece a percibirse el interés de quienes andan en bicicleta (en tu caso) hacia un plano más integrador y humano dentro del entorno donde nos desenvolvemos no solo adultos, sino niños, adolescentes, hombres y mujeres. La falta de infraestructura realmente inclusiva aún resta por ejecutarse dentro de Guayaquil (hablemos de este caso). Fácilmente podemos ver el desinterés tanto profesional como humano al momento de desarrollar obras públicas y que estas mismas sean incluyentes, porque están hechas para el ciudadano "común", para cumplir con lo que el arquitecto “dice”, pero se deja de lado a aquel ciudadano que no puede levantar sus piernas rápidamente al tener que sortear a los autos a veces en horas picos (porque se dificulta el cruzar) e inclusive correr en otras ocasiones porque anda apurado el conductor; allí se afianza la postura de que la ciudad está hecha para el auto y no para el peatón, mucho menos para otra alternativa de movilidad como es la bicicleta, y que en ciertos casos también hace uso de las veredas y por ende de las rampas para trasladarse de una acera a otra (este es otro tema y del que al no contar con vías para ciclistas conectadas lleva a este grupo a usarlas).
    Podría agregarse a este grupo, personas en sillas de ruedas, a los adultos mayores con movilidad reducida, mujeres embarazadas, personas con discapacidad visual y andan con bastones; la ciudad no ha sido pensada para ellos.

    En todo caso, el desnivel desproporcionado los lleva a tener que sortear y extender su recorrido, mucho más si van solos como se ve en las imágenes. En cuanto a la foto que mencionas que está correcta, en la esquina que continúa está una unidad educativa, razón por la que entendería quisieron precautelar si ocurriese un accidente donde interviene el auto por supuesto.
    Si no se dan a conocer este tipo de posturas a las autoridades pertinentes que involucran varios frentes: salud, urbanismo, seguridad, movilidad; inclusive pueden faltarme algunos; las autoridades podrán seguir “considerando” que todo está muy bien, que cumplen con los parámetros x,y,z al existir normas para su ejecución; pero también deben participar instituciones u organizaciones verificadoras y sancionadoras que hagan respetar si no se cumplen correctamente esas normas; junto a esto la participación ciudadana que sea veedora de estos servicios.

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